En
su informe “Objetivos de la Educación para la década 2010-2020”, el Ministerio
de Educación elaboró su “Plan de Acción 2010-2011” como punto de partida para
mejorar y flexibilizar el sistema educativo español con la colaboración de las
Comunidades Autónomas.
Este
plan fue elaborado con el propósito de lograr unos objetivos educativos fijados
para el conjunto de la Unión Europea, encontrándose la reducción del índice de
abandono escolar al 10 por ciento y el incremento del porcentaje de población
de las personas entre 30 y 34 años con estudios de enseñanza superior al 40 por
ciento. Particularmente, nuestro país ha concretado para los mencionados
objetivos globales la fijación de la primera meta en el 15 por ciento y la
segunda meta en el 44 por ciento para el año 2020.
El
principal problema que sufre nuestro país es la alta tasa de abandono escolar
temprano. Partiendo de los datos de diversos estudios internacionales, que
señalan que en el periodo comprendido entre 2020 a 2025 únicamente un 15 por
ciento de los empleos en los países desarrollados estarán destinados a personas
con ningún tipo de cualificación, resulta esencial garantizar que la mayor
proporción de jóvenes tengan una formación equivalente a Bachillerato o
Formación Profesional.
Como
consecuencia de la necesidad por conseguir un modelo socioeconómico sostenible,
resulta imprescindible la búsqueda de medidas educativas específicas para
garantizar el desarrollo personal de la población. Los políticos españoles son
conscientes de las consecuencias que para el crecimiento económico y bienestar
social supone la reducción del abandono escolar y el incremento de jóvenes con
mejores conocimientos formativos. Por ello, el texto final recogió un total de
12 objetivos a cumplir a través de 150 medidas concretas, impulsadas mediante
el Plan de Acción 2010-2011.
Entre
las medidas destinadas para garantizar el éxito educativo de los estudiantes
recogidos en el Plan de Acción, se encontraba medidas específicas tales como
aumentar de la oferta de atención a niños entre
0 y 3 años, mejorar los recursos de los centros de primaria y al
alumnado con mayores dificultades, facilitar apoyo a los estudiantes en educación
secundaria que pasen de ciclo formativo, reforzar la orientación del alumnado
en función de sus competencias e intereses y elaborar un plan de acción
específico para los centros con altas tasas de abandono, entre otras.
Partiendo
de estas medidas específicas propuestas por el Ministerio de Educación, los
integrantes de un grupo de trabajo en el que me encuentro, hemos propuesto unas
medidas complementarias desde nuestra perspectiva como futuros docentes,
abordando la educación de forma integral y unitaria, es decir, que el conjunto
de medidas deben ir desde la Educación Infantil hasta la Educación Superior,
dando como resultado no únicamente una población con mayor nivel de formación,
también lograr la finalización de los jóvenes de sus estudios obligatorios y
postobligatorios para asegurar su adquisición de conocimientos en competencias
básicas.
Para
ello, las medidas que consideramos oportunas son:
1. Facilitar
el acceso a las escuelas infantiles públicas con más apoyo a la conciliación
familiar y laboral. Hasta los 3 años, los niños viven experiencias que
determinarán su vida afectiva. Durante ese desarrollo infantil, los niños
necesitan estar cerca de sus padres y sentir su afecto. Debido a esto, se
necesita, en primer lugar, una conciliación de la vida familiar y profesional
para garantizar que los padres puedan ayudar al desarrollo emocional de sus
hijos y, en segundo lugar, suficientes profesores de escuelas infantiles que
puedan asegurar el cumplimiento de programas de vinculación afectiva.
2. Incentivar
que la educación no es un castigo en edades tempranas. Hasta los 8 años los
niños aprenden a través de vivencias, es decir, necesitan sentir y tocar el
mundo que les rodea. Es importante en estos primeros años mantener sus ganas de
aprender y curiosidad, no cayendo en el error de adelantar conocimientos que no
corresponden a su edad y nivel de madurez.
3. Reforzar
la inclusión educativa en la escuela pública en función de la diversidad y los
ritmos de aprendizaje. Los profesores pueden presentar el mismo contenido de
distintas maneras. Los estudios dicen que presentando la misma materia en 3 o 4
formas diferentes, el 80 por ciento de los alumnos la entiende. Además, los
alumnos más rezagados deben continuar con el plan de estudios, pero con
adaptaciones curriculares específicas como disminuir la dificultad, reforzar
los conocimientos en horas libres o ser ayudado por alumnos más aventajados.
4. Actualización
en métodos docentes y profesionales docentes, tendiendo a más práctica y menos
teoría. Evitar por parte del profesor métodos que promuevan la repetición de
contenidos sistemáticamente. Los estudios relacionan negativamente la
repetición con el rendimiento y el aprendizaje de información en profundidad.
5. Apoyo
académico y familiar al alumno e implicación familiar. La participación de los
padres en la educación de sus hijos ha demostrado tener efectos positivos sobre
su autoestima, resultados y percepción de los profesores. Por ello, debe
promoverse la intervención de los padres en las actividades del centro y su
seguimiento en la educación de sus hijos.
6. Aumentar
la capacidad de capital humano en centros, con más profesores, orientadores y
psicólogos. El aumento en la cantidad de docentes debe ser especialmente
notable en las escuelas con necesidades de apoyo, atendiendo a los indicadores
socioeconómicos.
7. Apoyo
más intenso de estos a los alumnos que superan ciclos. En base del perfil
académico y personal de los alumnos, los orientadores y profesionales del campo
de la psicopedagogía son esenciales para elaborar planes específicos para el
alumnado y metodológicos para el profesorado.
8. Atender
a las necesidades individuales de cada alumno, armonizando sus elecciones.
Debido al aumento de la oferta educativa, hasta el 78 por ciento de los
estudiantes que terminan Bachillerato no tiene claro que grado elegir. Por
ello, los expertos aconsejan guiarse por lo que les gusta tratando de imaginar
dónde se ven a sí mismos trabajando. Lo mismo podría aplicarse para los cambios
de primaria a secundaria y dentro de secundaria en los que tenga que elegirse
un u otro itinerario.
9. Motivación
de la comunidad educativa y alumnado con actividades complementarias. Las
actividades recomendadas para motivar y sensibilizar al personal docente y
estudiantil son: diálogos, mesas redondas, conferencias, talleres, entre otros.
Para su consecución se necesita compromiso por parte de la comunidad.
10. Demostrar
que existen muchas salidas en función de los perfiles del alumnado. Para poder
seleccionar correctamente, debe conocerse el total de las elecciones
disponibles, explorando cada una de ellas para poder ajustarse al perfil
académico y personal del alumno.
La
principal diferencia observada entre unas y otras medidas es que las que propusimos
nosotros cubren mayor cantidad de factores, mientras que las del informe tienen
un carácter más específico.
La
gran pregunta que vamos a resolver para finalizar el post de hoy es, ¿estamos
cerca de conseguir los dos objetivos globales (abandono escolar 15 por ciento y
estudios enseñanza superior 40 por ciento)?
En
el informe “Panorama de la educación 2018: Nota país España” elaborado por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) podemos observar que la
tasa de abandono escolar en 2017 fue del 18 por ciento, tres puntos por encima
del objetivo fijado, y la tasa de españoles con educación superior en 2015 del
39 por ciento, un punto por debajo del objetivo.
Sorprendentemente,
contamos con más universitarios que Finlandia, pero somos el segundo país de la
UE con mayor tasa de abandono escolar. España aún necesita mucho por mejorar
para garantizar el éxito educativo y con ello la igualdad de oportunidades para
todos, impidiendo que las estructuras sociales se repitan.
Sólo comentar la tira cómica de este post en relación al título del mismo... Y es que cuando no se escucha, no se tiene en cuenta al alumno, lo que acaba sucediendo es lo que ocurre en la viñeta, que ya lo has perdido (por lo menos en la explicación).
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