¿Qué imagen se nos viene primero a la
cabeza cuando pensamos en un buen líder? Muchos de nosotros tenemos esa imagen
de persona erguida, de brazos cruzados y de actitud protectora con las personas
que tiene bajo su cargo. Pero esa es más una imagen obsoleta y desfasada, más
cercana en el tiempo a periodos y modelos pasados que actuales.
Esa figura no es la
figura del profesor que inspira a sus alumnos, que supone un referente para
ellos y les marca su formación académica. Ese profesor es el que tiene la
capacidad para hacer cooperar a las personas, hacerlas participes en la toma de
decisiones y que consigue que sus alumnos se vuelquen e involucren en su
materia.
Pero, ¿qué tienen fundamentalmente esos
profesores que nos dejaron marca? Pues, en primer lugar, una idea de cómo debía
de ser la educación innovadora y el papel que las personas debían de adoptar en
el mundo para formar parte de él. En segundo lugar, la capacidad de comunicarla
y despertar el interés de sus alumnos por esa idea. Y, en último lugar, una
autoridad moral, una forma de actuar que transmite esa idea, comportándose en
consecuencia para respaldarla.
Ahora, ¿es eso lo único que tienen que tener
y hacer esos líderes para influenciar positivamente sobre sus alumnos? No,
además de esos tres puntos fundamentales, los líderes docentes tienen que ser
capaces de crear el ambiente para poder ejercer ese liderazgo. ¿Cómo pueden
conseguirlo?
-
Primero, deben
conseguir que el alumno se acepte a sí mismo y sus capacidades
- Segundo, tienen
que creen en los alumnos y ayudarles a descubrir esas capacidades para
desarrollar y estimular su potencial
-
Tercero, los
alumnos deben sentir que pertenecen al grupo para tener suficiente confianza
para equivocarse y, con ello, aprender de sus errores
-
Cuarto, tiene
que transmitir confianza en los alumnos para que crean en sus capacidades y en
el trabajo que están haciendo
-
Cinco, tienen
que proporcionar suficientes oportunidades para que los alumnos crean en su
propias capacidades para resolver dificultares
-
Seis, deben dar
la oportunidad a los alumnos para que participen en la clase, se tenga en
cuenta su opinión y ayuden al aprendizaje de otros compañeros
Sin embargo, esto no es todo lo que un
buen docente debe hacer. En una sociedad tan cambiante como la actual,
caracterizada por la globalización y digitalización de la información, los
cambios suceden rápida y continuamente.
Este cambio es comprendido por este tipo
de docentes, que tratan de anticiparse a los problemas y avances en el sistema
educativo para estar preparado, poder reaccionar ante los cambios y contribuir
así a mejorar la educación. Para afrontar esos cambios, tienden a cooperar con
otros docentes con opiniones diferentes a la suya propia para poder analizar y
valorar otros puntos de vista, favoreciendo por una solución más completa y
común. Además, y como punto más importante en ese contexto de cambio, el
verdadero líder no teme implementar un método diferente y dejar los pasados
atrás, teniendo en cuenta las opiniones del grupo docente y la comunidad
educativa, tanto con ideas similares como diferentes a las suyas.
Me gustaría finalizar el post con esta
pequeña parte de la película “El club de los poetas muertos”. En la película
aparece una figura como la que hemos tratado, un profesor atento y enamorado de
la enseñanza que trata de dar un paso más y ayudar a sus alumnos para que sean
felices y fieles a sí mismos.
En esta idea por vivir y ser felices, el
profesor les manda observar fotos de antiguos alumnos para tratarles de
transmitir que no deben esperar para cumplir sus sueños, disfrutar y mostrar de
lo que son capaces.
Magnifica entrada Cris! A muchos de mis profesores les habría hecho leer esto hace años. En nuestra mano está convertirnos en ese profesor ideal, trabajo, motivación y amor por la docencia son las claves para conseguirlo. No me cabe duda de que llegarás a ser esa gran profesora que marque a sus alumnos.
ResponderEliminarUn saludo!!!