La escuela que voy a comentar hoy se
diferencia del resto por tener un modelo educativo centrado en el niño y su
esfuerzo por integrar a niños que presentan dificultades psicológicas y
emocionales.
¿Conoces el O Pelouro y su metodología?
Quédate y conoce cómo este centro gallego apuesta por la libertad de sus
alumnos para iniciar sus propias investigaciones e impulsar su conocimiento.
Este centro desplaza el modelo de la
escuela tradicional, caracterizada por la homogeneización del proceso de
enseñanza, la competitividad, las limitaciones educativas, la rigidez
organizativa y la sobrecarga de horas, para impulsar uno que de libertad a los
niños y amplíe sus recursos para trabajar y buscar información.
Uno de los principios por los que se
rige el centro y que lo diferenciar respecto al resto reside en la concepción
curricular del centro, planteando una interpretación abierta alejada de los
límites de la escuela tradicional que lo sigue y desarrolla de forma automática
sin parase a asegurar que se ha producido una transmisión cultural hacia los
niños.
Cada niño experiencia el tema de
investigación de forma particular, organizando su propio tiempo gracias a la
flexibilidad y libertad que proporciona el centro para elegir su tema de
búsqueda y los horarios para todos.
Esta libertad que caracteriza al centro
repercute sobre el papel que desempeña el educador, que pasa a convertirse en
un mediador que enseña el currículo y permite la elección de sus alumnos para
abordar ese conocimiento, en lugar de simplemente reproducírselo.
Esta flexibilidad en el modelo parte de
la organización de asambleas diarias en las que los niños pueden presentar
propuestas de actividades y proyectos que les motiven y les produzcan interés.
A partir de estas propuestas trabajan de forma individual o conjunta, y el
profesor les guía para que puedan construir su propio aprendizaje. Los temas
elegidos por los niños tienen en común su carácter interdisciplinar, de forma
que trabajan en varias áreas y relacionan conocimientos, como la biología, las
matemáticas, la química, el arte con el tema del huerto que se señala en el
vídeo. Y, una vez elaborado el material, ponen en común los aspectos
curriculares trabajador y los conocimientos aprendidos.
En este modelo de escuela, las reuniones
grupales que se llevan a cabo entre todos los integrantes del centro juegan un
papel clave en la construcción de este nuevo estilo educativo y el seguimiento
continuo en todo el proceso educativo del niño. Este método permite a los
profesores conocer mejor los intereses y necesidades de sus alumnos, pudiendo
guiarles en el proceso de forma diferenciada para acabar extrayendo su máximo
rendimiento.
Una segunda diferenciación es el espacio
en el que se desarrolla la enseñanza, encontrándose en un entorno natural que
amplía las posibilidades de la enseñanza y el contacto directo con el objeto de
estudio de los niños.
Además, las aulas no están parceladas ni
divididas en zonas específicas para grupos de trabajo concretos. Todos los
niños pueden utilizar en el momento que quieran cualquier espacio en función de
sus necesidades y cooperar en proyectos con independencia de sus edades,
permitiendo que compartan conocimientos, aprendan unos de otros y cooperen
gracias a su interés común por un tema elegido por ellos.
La situación natural que rodea al centro
tiene un impacto importante sobre los niños, que se vuelven más colaborativos y
aprenden a observar, analizar y utilizar los elementos naturales que les
rodean. Los niños aprenden con todos sus sentidos a la vez que se les da
libertad para moverse, contribuyendo a mejorar su creatividad.
Este centro desarrolla un modelo que
respeta los diferentes ritmos e inquietudes de los alumnos, que participan en
la toma de decisiones en el mismo plano que los adultos. Todo ello les da la
oportunidad de participar dentro de la comunidad de su centro, responsabilizándoles
y haciéndoles sentir parte de esa comunidad, manteniendo su sensibilidad y
curiosidad por descubrir y plantearse diariamente nuevos retos.
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